El color en las plumas

De Descubriendo la Física
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El color en las plumas (Por Alejandra Piro)

Uno de los atractivos de las aves son los colores vistosos que poseen en su plumaje. No sólo por todas las posibilidades de colores que exhiben, sino también por las combinaciones que presentan muchos de ellos. Un ejemplo de esto último es el ave sudamericana sietecolores (Nombre científico: Tachuris rubrigastra), que está presente en Argentina, al que se le dio su nombre por la cantidad de colores que poseía.

Siete colores


No todas las aves son tan coloridas, muchas son grisáceas o pardas. Las plumas vienen en todas tonalidades, tintes y matices, y esto en parte es gracias a los colores pigmentarios; la parte química. Los colores, “biocromos”, dados por los pigmentos existen porque naturalmente hay ciertos compuestos químicos que absorben la energía en ciertas longitudes de onda y reflejan la energía de otras longitudes de onda, produciendo los colores observados. La melanina es un pigmento muy importante, y se encuentra ampliamente difundido entre los animales, incluyéndonos. La melanina se encuentra en cúmulos, formando melanosomas.

Pero también el color existe gracias a otro factor, que no es químico sino físico: los colores estructurales. Estos se deben a cómo incide la luz sobre las plumas. Ambos, los pigmentos y los colores estructurales, operan juntos.

Colores estructurales

¿Y dónde vemos los colores estructurales? Para visualizar a qué nos referimos cuando hablamos de colores estructurales, podemos tomar de ejemplo a los colibríes, claro ejemplo de un ave a la que le vemos un color iridiscente, pareciendo ser un color metálico.

Colibri
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